A veces quisiera escribir tantas cosas. Llenar todas las hojas en blanco de una libreta, escribir la historia de mi vida, hablar de mis llantos, de mis encuentros furtivos con demonios y de dos ángeles que van sentados en cada uno de mis oídos, de las locuras de mi abuela y las canas que le he sacado a mi madre. Me gustaría hablar de aquella vez que deseaba morder un algodón de dulce y patinar por las calles en bajada, rápido y sin miedo. De la vez que me dolió el corazón. De mis besos con aquel chico que me avergonzaba y de la decepción que me da un hombre del cual llevo su sangre. Quisiera escribir sobre lo puntiaguda que es mi nariz y lo largo que son mis dedos. De aquella noche que vi una estrella y desee ser feliz. Desearía escribir sobre los ojos de mis sobrinos, unos negros como la noche y otros azules como el mar. Pero lo que más anhelo es escribir sobre ti. Sobre tu piel mojada y tímida, tus besos azucarados y tus ojos de hiel. Escribiría sobre lo fino que son tus labios, lo pequeño de tus dientes, sobre tus entradas infinitas y tus dedos que se retuercen con el inicio de mis besos.
Escribelo!
ResponderEliminarEste me conmovio, me transporto al pasado, quizas hasta la infancia, aquella que al ser recordada se torna de color sepia, al ser remembrada entre recuerdos e intenciones.
ResponderEliminargracias, muy conmovedor
ATTe. @juang_romero