Me siento en el borde de la cama y observo su cuerpo tendido
ni tan esbelto ni tan perfecto,
ni si quiera tan suave.
Veo su boca callada como la noche
y me hace feliz no escuchar ninguna palabra.
Me emerge el recuerdo de lo que ocurrió la noche pasada
y una sonrisa me roba el silencio.
Le sigo mirando y me cuesta despertarlo.
Es que me encanta verlo en callado,
con sus labios sellados y sin reproches,
sin aquel discurso que me entristece.
Pensar que está ahí y no le tengo me atormenta
Pero es su cuerpo el que ha insistido en no marcharse
y el mío no resiste en quedarse
y me enternece ver sus ojos dormidos, sus ojos cerrados
y acallo mis pensamientos porque le amo en silencio y sin fin
y me deslizo sobre su cuerpo aun mojado
y dejo reposar mis pechos sobre su malva desnudez.
Lo cierto es que suena bien. Me encantaria ser observado así, mientras duermo.
ResponderEliminarQuizas ya te ha pasado!
ResponderEliminarSi Kari eso pasa!!!!
ResponderEliminar