Qué tal si tan sólo sostienes mi mano y me invitas a caminar
Y qué importa si el camino es tormentoso y abrumador
Mientras sostenga tu mano no tendré miedo de caer.
Invítame a cometer un error contigo
Invítame a una historia sin apariencias de final,
A que bajo 4 paredes de una habitación furtiva nuestros cuerpos sean testigos del placer.
Y te prometeré ser dueño de mi piel
Y me prometerás ser dueño de la tuya
Pero bajo ninguna circunstancia sueltes mí mano
Aquella que se muere por acariciar cada parte de tu desnudez.